Mérida, Yucatán, febrero 9 de 2021.- A pocos días de haberse dado a conocer que la ex priista Celia Rivas sería candidata a regidora por el Ayuntamiento de Mérida e integrante obviamente de la planilla del candidato a alcalde Renán Barrera Concha y de que Víctor Caballero Durán, ex candidato a la presidencia municipal por el PRI y ex secretario general de gobierno con Rolando Zapata Bello, sería candidato a diputado federal plurinominal por el PRI, la arena política en Yucatán se ha calentado a niveles nunca vistos.
Las reacciones en redes sociales han sido virales, las críticas de cientos de personas y de organizaciones civiles en contra de estos dos personajes se han multiplicado exponencialmente como si fueran una pandemia, lo que desde luego no beneficia en nada al Partido Acción Nacional (PAN) que presuntamente postularía a Celia Rivas, quien fuera presidenta de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) del Congreso del Estado, ni al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
A Celia Rivas la acusan de no haber protegido a las mujeres cuando fue Fiscal del Estado y como titular de la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia (Prodemefa), ya que permitió el abuso contra las mujeres, ocultó casos de feminicidio y protegió a los agresores pero principalmente las ONGs la acusan al igual que a Víctor Caballero Durán de haber sido los autores intelectuales de un mega fraude de cientos de personas que eran socios y socias de una supuesta caja de ahorros de nombre Crecicuentas, principalmente a los y las de la tercera edad, incluso una de las afectadas falleció de un infarto al corazón al verse privada de los ahorros de toda su vida.
Los defraudados hicieron plantones cada sábado a las puertas del Palacio de Gobierno en la Plaza Grande exigiendo castigo para los culpables no solamente a los "dueños visibles" los hermanos Argáez López, sino a los que presuntamente los protegieron, Celia Rivas y Víctor Caballero Durán, sus protestas no fueron escuchadas.
Por este cúmulo de abusos que les atribuyen a los dos, la arena política en Yucatán, en Mérida, sobre todo, se ha calentado como un volcán a punto de estallar y eso que para las elecciones faltan algunos meses y las campañas aún no arrancan como deben de ser.