Mérida, Yucatán, noviembre 21 de 2022.- Durante una entrevista que concedió a nuestra revista impresa "CAMBIO DEL SURESTE" (hoy nuestro portal del mismo nombre), el 16 de julio de 2002, la entonces diputada local Ivonne Ortega, recibió al reportero en su cubículo del Congreso del Estado. En ese año, el recinto del Poder Legislativo se encontraba ubicado en las calles 58 y 59.
Ivonne nos recibió sonriente, las paredes de su oficina se encontraban tapizadas de fotos de ella vestida con sus elegantes ternos (o con el único nada más, en esa época no era adinerada como ahora), bailando jarana en diferentes municipios del estado, Dzemul su pueblo natal, Acanceh, Hunucmá, Izamal, Tixkokob (pueblo de su amiga del alma Angélica Araujo), Umán, Halachó, Maxcanú, Tekax y otros más. "Soy una gran bailadora de jarana" precisó, "me conocen en todo el estado, hasta podría ser gobernadora". No había en su pared ninguna foto familiar.
La diputada Ortega no nos informó de su agenda legislativa ni de sus proyectos como diputada local, representaba al Distrito VIII con cabecera en Progreso, "ya que la agenda la manejaba su coordinador del PRI", lo que sí -manifestó- "es que voy a pelear la candidatura del PRI por la diputación federal".
Mostró también durante la entrevista, su gran sentido del humor, parecía que hablaba con las manos y los brazos los movía como si estuviera bailando, y lo mucho que hizo por su pueblo cuando fue presidenta municipal de Dzemul.
La entrevista concluyó una hora después "y me dijo sonriendo habla bien de mi y que salga bonita en la foto".
Coincidí luego con Ivonne, en algunos agasajos que se daban en la oficina del coordinador de la bancada del PRI en el Congreso del Estado, con taqueadas de chicharra, que donaba un diputado local que mantenía estrechas relaciones con los abastecedores de puerco del mercado municipal, asistían reporteros y algunos diputados. ¡Qué tiempos! cuando Ivonne aún era pobre y sencilla.