Con 72 años a cuestas y con una operación de trasplante de riñón en su haber que le hicieron el 4 de diciembre de 2020, el dictador del sindicalismo en Yucatán, Pedro Oxté Conrado, quien rindió un informe de sus actividades el domingo 19 pasado, lleva ya 36 años al frente de la Federación Revolucionario de Obreros y Campesinos de Yucatán (FROCY). Es dirigente del Sindicato de Gaseros desde 1973 y de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) desde 1987.
Oxté es repudiado por gran parte de los croquistas en la entidad, principalmente de los gaseros quienes lo acusan de vender los contratos colectivos de trabajo a los empresarios del ramo, pero sin embargo se mantiene en el cargo, fue reelecto al frente de la FROCY el 14 de febrero de 2022, (por cierto mes malo para ex gobernadores de Yucatán como Manzanilla Schaffer y Alpuche Pinzón que fueron "renunciados" ese mes hace algunos años, pero bueno para Oxté), quien prolongó seis años más su permanencia al frente de la citada agrupación del 2022 al 2028, todo un dinosaurio sindical.
Al calor de su cargo, el líder gasero ha sido regidor plurinominal del Ayuntamiento de Mérida en varias ocasiones, diputado local también y candidato suplente a diputaciones federales, pero ha perdido abrumadoramente, principalmente en los fraccionamientos habitados por obreros, como cuando fue fórmula de Gaspar Gómez Chacón. Los integrantes del Sindicato de Gaseros recuerdan a Oxté antes de ser líder sindical "como un trabajador pobre buscando extras con la ordeña".
Aunque se dice priista de corazón, en la práctica no lo demuestra, porque fue un disciplinado dirigente sindical en el gobierno panista de Patricio Patrón Laviada, no en balde el PRI lo ha acusado de traidor en varias ocasiones.
Unas de las frecuentes acusaciones que le hacen los agremiados de la CROC a su vitalicio dirigente, es la falta de transparencia tanto en el sindicato de gaseros como en la propia Confederación, nunca ha rendido informes de los recursos que se obtienen por las cuotas sindicales la respuesta del denunciado ha sido la misma, ni de los dineros que se obtienen por parte de propiedades de la CROC que son rentados al público, "no tengo porqué rendir cuentas porqué no recibo recursos públicos" y de no atender los problemas de los sindicalizados.
Pedro Oxté es el símbolo del charrismo sindical mexicano, de líderes charros entregados al gobierno y a los patrones, dirigentes que tanto daño le han hecho a los trabajadores mexicanos. Este sistema, cáncer de lo que debe ser un sindicalismo libre al auténtico servicio de los trabajadores del país, tendrá que acabarse.
DAVID BARRERA CANTO.- Mérida, Yucatán, febrero 20 de 2023.-